lunes, 10 de diciembre de 2012

El inevitable Olvido

No quiero olvidar, pero olvido.
Hay miles de momentos que me esforcé por guardar pero ya no están. Esa sonrisa, esa sensación de paz, esa mirada, esa cara inocente, ese beso,esa sensación de plenitud.
Me duele saber que muchos de estos momentos no formarán parte de mi memoria, me reconforta saber que son parte de mi vida.

3 comentarios:

  1. EL HACEDOR

    Somos el río que invocaste, Heráclito.
    Somos el tiempo. Su intangible curso
    acarrea leones y montañas,
    llorado amor, ceniza del deleite,
    insidiosa esperanza interminable,
    vastos nombres de imperios que son polvo,
    hexámetros del griego y del romano,
    lóbrego un mar bajo el poder del alba,
    el sueño, ese pregusto de la muerte,
    las armas y el guerrero, monumentos,
    las dos caras de Jano que se ignoran,
    los laberintos de marfil que urden
    las piezas de ajedrez en el tablero,
    la roja mano de Macbeth que puede
    ensangrentar los mares, la secreta
    labor de los relojes en la sombra,
    un incesante espejo que se mira
    en otro espejo y nadie para verlos,
    láminas en acero, letra gótica,
    una barra de azufre en un armario,
    pesadas campanadas del insomnio,
    auroras, ponientes y crepúsculos,
    ecos, resaca, arena, liquen, sueños.
    Otra cosa no soy que esas imágenes
    que baraja el azar y nombra el tedio.
    Con ellas, aunque ciego y quebrantado,
    he de labrar el verso incorruptible
    y (es mi deber) salvarme.

    Jorge Luis Borges

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  2. y.. es mi deber salvarme.
    Como me gusta cuando alguien es capaz de poner en palabras la vida; y mas asi de desordenada como viene. Gracias por el texto.

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  3. Vos haces muy bien eso de poner en palabras la vida, seguro hacen falta sensibilidad y pasión y se nota que las tenes. Me gusta como escribis.

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