Estamos en la era de la velocidad. Autos rápidos, internet rápido, teléfonos rápidos, conversaciones rápidas, vida rápida...
Hace un tiempo empecé a prestar atención al tiempo, y vi como hay cosas que aunque quieras no se aceleran, aunque nos quede la sensacion de que es asi, lamento decir que no lo es.
La compliqué no? Lo que digo es, que aunque hablemos mas rapido, llamemos mas veces, caminemos apurados y busquemos explicaciones mas cortas y de menos palabras, los procesos siguen siendo los mismos.
Descubrí que lo cambia es que ahora para un mismo resultado hay mas comunicaciones, pasos, mails..mas ritmo..mas estres....
Sin embargo querer nos lleva el mismo tiempo y olvidar tambien.. Un niño sigue siendo niño y madurando a su tiempo (y esta bueno que asi sea) y los cambios de fondo siguen siendo lentos y respetuosos de sus viejos procesos..
Lo que digo es que esta velocidad tapa las cosas, estresa, interfiere; que lo unico que cambia es que ya no tenemos tiempo de disfrutar lo inevitable, que ahora nos llenamos de cosas para no sentir lo que está en el fondo, que está de moda hacer ese borrón y cuenta nueva (aunque de repente nos encontremos llorando o con sensación de vacío sin saber por que),
Digo, por ejemplo, que ahora los médicos atienden rápido y lo único que cambia es que ya no escuchan, y se olvidan de que los pacientes son personas..
Digo que nos apuramos en tomar remedios o buscar alicientes pero una gripe sigue durando siete dias,
Que hablamos rápido por teléfono aun en las llamadas que son solo para saber como estás... O ya no se hacen esas llamadas sin motivos?
Que se hace tanto a la vez que al final se hace poco..
Y que disfrutamos menos...porque creo que eso es lo que más cambia..en esta vorágine de lo rápido y las mayores cantidades no hay tiempo para el disfrute...para mirar alrededor, para mirarnos las caras, para encontrarnos y dejar que el tiempo pase sin que importe, para perder el tiempo digamos... Y para ganar esas cosas que no se compran.
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