Cerró los ojos, sintió el ruido del mar, las olas al romper le mojaban los pies, el cielo limpio cubriéndolo todo. Mucha gente a su alrededor, feliz, y el descansando placidamente, relajando cada músculo de su cuerpo, disfrutando. Y vió a esas mujeres hermosas pasar frente a él y mirarlo, les sonrió, se sintió un Dios. Y vió a los niños jugar a lo lejos, y la playa que se extendía hasta el horizonte, sin límites, con esa arena clara en contraste con el cielo azul. Se sintió feliz, tirado bajo esa sombrilla, por fin ese descanso merecido.
La musica llegaba a lo lejos, todo estaba bien pero el calor era cada vez peor, el ambiente estaba denso, pesado. No importa, el mar ayudará a calmarlo pensó. El calor era cada vez mas, y fue la tos, esa tos espesa que le surgió, la que lo hizo despertar y salir corriendo a apagar el fuego de la cocina.
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