Desde chica el cielo me produjo algo. recuerdo cuando muy muy pequeña mirar el cielo me mareaba, me parecía que al levantar la vista veía los planetas, las estrellas, los comentas, y me daba miedo.
Luego, tengo recuerdos de jugar a encontrar imágenes en las nubes, ver al conejo, perro, pajaro, luna, aparecer y lentamente mutar hacia otra imagen irreconocible y estar asi, contemplando, largas horas. Me generaba placer
Muchas veces ver las nubes cargadas, como copos de algodón en el cielo, que quisiera apretar o saltar sobre ellos, como algo mullido, suave, limpio.. me generaba curiosidad
La primera vez que viajé en avión, y vi a esas nubes rodearme, algunas veces tan cargadas que no podía mas que ver ese blanco tras la ventana, me generaba miedo
Ahora, ver el cielo limpio es lo mas cercano para mi a una descripción del infinito, de pureza. Podría estar horas contemplando ese azul especial, o esos tonos particulares del amanecer (o atardecer) que rara vez son captados por cualquier aparatejo tan fielmente como lo que estoy viendo. Hoy puedo estar horas contemplando esa inmensidad y a la vez nada, hoy el cielo me provoca reflexión, calma, profundidad... y quizá algo de fe.
"OTRO CIELO
ResponderEliminarNo existe esponja para lavar el cielo
pero aunque pudieras enjabonarlo
y luego echarle baldes y baldes de mar
y colgarlo al sol para que se seque
siempre te faltaría un pájaro en silencio
no existen métodos para tocar el cielo
pero aunque te estiraras como una palma
y lograras rozarlo en tus delirios
y supieras por fin cómo es al tacto
siempre te faltaría la nube de algodón
no existe un puente para cruzar el cielo
pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla
a fuerza de memoria y pronósticos
y comprobaras que no es tan difícil
siempre te faltaría el pino del crepúsculo
eso porque se trata de un cielo que no es tuyo
aunque sea impetuoso y desgarrado
en cambio cuando llegues al que te pertenece
no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar
pero estarán el pájaro y la nube y el pino."
Tambien de Benedetti...