Ojos

Dicen que los ojos son la puerta del alma; no lo sé; pero si sé que los ojos hablan, gritan, lloran (esto es lo único que creo que nadie discute) y transmiten todo todo todo lo que nosotros luchamos por callar.

Hoy un amigo me dijo, hablando de una discusión que se estaba dando muy cerca de donde él estaba, "trato de ni mirar... porque se suele leer en mis ojos lo que pienso...." y a mi me pareció muy gráfico.. y real.

Desde chica las miradas fueron una atracción, desde pasar horas frente al espejo intentando ver que había detrás de esa transparencia, ese color, esas lineas muy finitas, y ese punto que crece y decrece incontroladamente..

El tema es que las miradas suelen transmitir mas de lo que quisieramos, transmiten el dolor y la alegria del alma, el cansancio y el amor, y no hay forma de controlarlo,

Ayer también, volvía a casa siendo ya de noche, bastante tarde por cierto, y veo bajar del lado del volante de un taxi a una mujer (no es usual que los taxis sean conducidos por mujeres), a una mujer cansada; eso pensé cuando la vi, sus ojos me transmitieron un cansancio profundo y, quizá, un dejo de tristeza de la que nunca tendré certezas, pero algo decían... y desde anoche no puedo olvidar esa mirada, porque me conmovió, porque me trajo a la mente tantas miradas cansadas, desauciadas y dolidas que se me cruzan diariamente y que intento desesperadamente dejar de ver para no llorar, para no sentir ese dolor en el pecho, en el estomago y en el alma que me generan, esa sensación de impotencia frente a una realidad que se me revela así, sin disfraces, con solo una mirada..

Igual, tratando de no cerrar esto en algo depresivo (lo que escribo siempre tiende a ver el vaso medio vacío, me es mas fácil, no se) me pasa también que cada tanto, lamentablemente con menos frecuencia, encuentro personas con miradas alegres, expresiones que demuestran felicidad, pureza, tranquilidad, frescura; ojos que rien solos, ojos enamorados, ojos de niños..(no siempre son realmente niños),, y esas son las miradas de las que me prendo, de las que intento empaparme y contagiarme totalmente, son las miradas que intento que me acobijen, que me acompañen, que estén conmigo; porque me liberan, porque me tranquilizan, porque me hacen ver que las cosas pueden estar bien, porque con ellas siento que estoy en casa...