Al principio la normalidad era oír. Y digo al principio porque ya no, todo cambió y es un círculo, un círculo de ruidos, de des comunicación, de soledades...
A ver, vamos por partes...intentaré recordar como fue.
Creo que un factor importante fue la tecnología, empezó a crecer y todos a usarla, de repente todo era automático, se hablaba por computadora, se escuchaba por auriculares, indicaciones por parlantes, sirenas y alarmas, grandes procesadores, grandes equipos automáticos, y así la lista sigue, todo era tecnología, en todos lados.
Y asi, sin darnos cuenta, con el avance también avanzaba el ruido, la potencia, en los espacios públicos y privados, no lo percibimos pero estaba. Y nosotros hablando cada vez más fuerte, oyendo cada vez más fuerte, oyendo cada vez menos.
El primer caso pasó desapercibido. Las primeras comunidades fueron tomadas como caso de estudio "barrio de muy buen poder adquisitivo deja de oir por causas desconocidas". Cuando el mal afectó a ciudades fue declarado de urgencia, pero las causas no se identificaban.
Ya era común ver a todos aislados por las calles, cada uno en su isla, sin escuchar a nadie. Sirenas y altavoces cada vez más fuertes, para los que hoy aún oían algo, aunque luego dejaron de hacerlo.
Un hecho curioso fue que quienes más tardaron en dejar de oír fueron los menos pudientes, pero lo hicieron al fin.
Sólo unos pocos aún oyen, casualmente fueron aquellos que por naturaleza realizaron labores aisladas, en soledad o lugares desolados, algunos están escribiendo que la causa pudo ser el aislamiento intencional al inicio...yo hoy, casi sin oír, sólo me doy cuenta que de fondo...me falta algo..
sábado, 10 de diciembre de 2011
Ruidos
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Muy lindo.
ResponderEliminar"Si se callase el ruido..."
Un poco de silencio...
ResponderEliminarAl que nace sordo, cuesta mucho trabajo hacer que hable y pueda expresar sus pensamiento. Quienes tuvimos la suerte de poder oir, y estamos conectados a la tecnología que nos habla constantemente, no podemos comprender a quienes nos habla, porque no los escuchamos.
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