Ella llega, como siempre, me ignora, la miro. Hace los movimientos de rutina, la veo trasladarse graciosamente de un lado a otro de la habitación, en silencio, me pregunto donde estarán sus pensamientos, espero.
Ahora se que pronto apagara la luz, el sólo pensarlo me genera cosquillas, de esas mezclan la excitación con adrenalina, pero aún no es el momento, espero.
La luz ya está apagada, recién, lentamente los sonidos empiezan a callar y la noche va llenando el vacío. El momento se acerca. cuando todo calle saldré de la madriguera.
martes, 20 de diciembre de 2011
Intruso
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Espero que no sea pesadilla...
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