martes, 18 de octubre de 2011

Como la cebolla

De chica fui a un colegio católico en el que los cuentos con moraleja estaban en todas las ocasiones. Una vez contaron el cuento de la cebolla en el que , resumidamente, las cebollas eran plantas con piedras preciosas que inhibidas ante los comentarios externos se fueron tapando para callarlos. Todavía lo recuerdo. Recuerdo que ese día pensé en que algunas veces me sentía así.

Hoy, pasados los años, no solo pienso en mi, sino que lo veo, todo el tiempo alrededor. Veo a ese tipo que tiene capacidad de escribir cosas hermosas, pero no lo muestra. Veo a la mina que sería feliz de maestra pero siguió esa profesión seria que le daría de comer. Veo esos ojos que ante los comentarios se contienen. Veo a mi amigo que no reconocería ante nadie que se enamoraría de la mas fea si fuera la mejor persona (es mas, lo negaría a muerte). Veo veo veo…

Y ahí van, vamos, caminando por la vida con las capas, buscando ser parte del imaginario del que todos queremos ser parte… no será que si nos mostramos como somos… seríamos parte de algo mas grande?... estoy segura que al menos sería de algo mas sincero.

2 comentarios:

  1. ¿Cómo sería una sociedad sin mentiras?, no habría políticos, ni abogados, ni adulterio.....vivimos en una sociedad donde la mentira forma parte del cotidiano vivir, la aceptamos, aún sabiendo que nos perjudica. Sería muy bueno que cada uno haga lo que mas le gusta, pero muchas veces no alcanza para vivir.

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  2. Creo amigo,, que igual no justifico la mentira...

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