Una de las cosas qie, creo, vienen con la edad es la capacidad de disfrutar de las pequeñas cosas, valorar los momentos, definir prioridades y aprender a decir no (esto cuesta un poco más, pero al final comienza a lograrse)
Y en eso de valorar los pequeños momentos es que para mi viajar en colectivo comienza a ser un pequeño placer, y me explico:
Muchos me piensan loca por pasar doce horas sobre un Bondi y evitar el viaje de una hora en avión, pero resulta, que para mi esas doce horas son MIS horas, son horas de pensar, soñar,leer algo que me gusta,y hasta alguna vez fue mi lugar para llorar, si ahí donde hay otras personas pero no te ven y podes estar tan sola como para derramar esas lágrimas para las que en otros momentos no hay tiempo. Son mis momentos de verme una peli, o simplemente de no hacer nada más que dormir..pero me pasa que ese ronroneo del viaje me calma y la oscuridad del ambiente me da un clima de intimidad conmigo misma,y lo disfruto, y valen esas hititas de más sin apuro, y me lo regalo mientras pueda hacerlo, porque quizá un día el cuerpo sea el que me lo impida....
domingo, 18 de noviembre de 2012
Pequeños placeres 1
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